Tobakuro

 

¡Hola! Bueno, pues aquí va mi humilde criaturita para el concurso (a última hora, síp). Está en español e inglés. Bueno, pues te presento al… ¡Tobakuro!

 

En comparación con los grandes monstruos de Robukan a los que los cazadores se enfrentan, el tobakuro no parece una gran amenaza. Levanta un par de palmos del suelo y mide poco más que una zarigüeya. Sin embargo, ha colonizado todo el territorio conocido, y hasta prosperado. ¿Cómo? Pues gracias a sus principales características.

En primer lugar, un tobakuro es la mayor expresión de la palabra “omnívoro”. Parece entrañable, pero al abrir la boca se revela que puede desencajar su mandíbula para meterse lo que sea, y dentro tiene varias hileras de innumerables dientes con los que puede masticar hasta las piedras. Literalmente. Además, su estómago es una maravilla de planta química. Este ser es capaz de sobrevivir incluso en los desiertos de Asmara, a base de comer las cosas más insospechadas, que nadie en su sano juicio pensaría que tienen ninguna clase de nutrientes para un ser vivo.

 

Debido a esta característica, no es raro ver en los pueblos a tobakuros domesticados, considerados muy útiles por su habilidad como limpiadores y servicio de eliminación de desechos. Dales cualquier cosa que quieras que se esfume y en un instante, da igual lo que sea que le hayas dado, sus afiladísimos dientes lo habrán hecho desaparecer. Pero cuidado con los dedos.

 

Curiosamente, pese a sus formidables mandíbulas los tobakuros no atacan a seres que sean más grandes que ellos (aunque a los de su propio tamaño no le hacen ningún asco). ¿Cómo evitan ser sistemáticamente devorados por los depredadores, si son un bocado tan gordo y vulnerable? Pues porque de vulnerable nada. Los tobakuros tienen su propio sistema de defensa, un tanto… errrr, poco ortodoxo. Cuando comen, además de obtener nutrientes, generan muchos gases en su cuerpo. Y en caso de emergencia, pueden utilizar esta acumulación de gases como impulso que les permite saltar enormes distancias para ponerse a salvo. Esto lo hacen liberándolos, por decirlo de forma educada, “por el sur”. De esta manera, no solo se impulsan por el aire y huyen, sino que desaniman a sus depredadores. Por eso hay quien prefiere no tener un tobakuro domesticado para que usarlo como eliminador de residuos. ¿De qué sirve tener tu casa limpia si, por darle un susto a tu mascota, provocas que los invitados te sugieran poner ambientador?

 

Como dato curioso, las manchas del pelaje de su lomo son como las huellas dactilares. No hay dos tobakuros con las manchas iguales.

 

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In comparison with the great monsters against which the hunters of Robukan fight, the tobakuro doesn’t seem like a great menace. It measures two feet from the ground, and is a little bigger than an opossum. However, it has established itself across all the known territory, and even prosperated. How? Thanks to its main characteristics.

First, a tobakuro is the maximum expression of the word “omnivore”. It looks cute, but when it opens its mouth many rows of unlimited teeth capable of chewing even a rock. Literally. Also, its stomach is a marvelous chemical factory. This creature is able to survive even in the deserts of Asmara by eating the weirdest things, that no sane person would believe it has nutrients for the living beings.

 

Due to this, is not strange to see domesticated tobakuros in the villages, as they’re considered really useful due their ability as cleaner and residues elimination system. Give them anything you need to make disappear, and instantly, no matter what you gave them, its teeth will have obliterated it. Just beware the fingers.

 

Curiously, despite their formidable jaws, tobakuros do not attack animals bigger than them (but they have no problem eating anything even their exact own size). How, being such a fat and vulnerable prey, do they avoid being systematically devoured by the predators? Because they aren’t vulnerable at all. Tobakuros have their own defense system, a syste quite… errrr, unorthodox. When they eat, besides obtaining nutrients, they generate lots of gases. And in an emergency, they can use this acumulation of gases as an impulse to jump enormous distances to be safe. They do it liberating those gases, to say it politely, “by the south”. This way, not only do they impulse themselves across the air and flee, but also they demotivate their predators. That’s a reason why many people prefers not to have a domestic tobukaro as a cleaner. What use does have maintaining your house clean if, by unintentionally scaring your pet, your guests suggest you to put air freshener?

 

As a curiosity, the spots of its back are like fingerprints. There aren’t two tobukaros with the same patterns.